Cuando llega el momento de salir del Data Center y llevarlo a la nube, de forma general, se plantean siempre cuatro objetivos principales:
- Ahorrar dinero a través de la reducción de hardware, software y costes de mano de obra.
- Reducir riesgos garantizando la continuidad del negocio y la seguridad.
- Acelerar el ‘time to market’ de nuevos productos y servicios mediante ciclos de desarrollo más rápidos.
- Potenciar la agilidad mediante la habilidad de escalar la capacidad de forma rápida y sencilla de manera que se pueda continuar el servicio a los clientes de manera eficiente en coste entre picos y valles.
Sin embargo, los proyectos de migración a menudo sufren porque el caso de negocio no se cumple, la planificación se alarga meses y las interdependencias existentes son complejas y elevan el riesgo.
Pero las causas que están detrás de estos factores son evitables.
En este post reflexionaremos sobre las siete suposiciones o mitos que a menudo nos encontramos en un proyecto de migración, y cuáles son las mejores opciones para salir de su Data Center de una manera rápida, efectiva en costes y con el menor efecto en las operaciones del día a día.
Suposición #1
Hay que elegir entre Lift&Shift y una gran iniciativa de modernización.
En contra de lo que se pueda pensar, se puede llevar a cabo la salida rápida del Data Center al tiempo que se deja preparada para el futuro la arquitectura, se reduce la deuda técnica existente y se da valor al negocio. Para esto solo sería necesario definir una estrategia en la que se contemple la migración previa a la modernización.
La estrategia de migración ha de formularse como la puerta de entrada a todas las ventajas que ofrece la nube, beneficiándose de la experiencia, herramientas y metodologías que ayuden a evitar las ineficiencias de los sistemas legacy actuales y aprovechando las nuevas formas de trabaja en la nube.
Suposición #2
No dispone del presupuesto para la migración en este momento.
En el entorno actual, cualquier proyecto de IT debe garantizar: que se ahorren costes y se proporcione valor al negocio. La migración a la nube contempla ambos y retrasarlo solo puede ocasionar más costes y riesgo para la organización.
Suposición #3
La planificación de la migración es un proceso largo.
El enfoque de migrar para modernizar es tan exitoso porque se crea un equilibrio entre la obtención de resultados a corto plazo y los beneficios a largo plazo. Comenzando en primer lugar con un assessment rápido sobre el estado de la infraestructura y las aplicaciones, en apenas 2 semanas ya se tiene visibilidad de los ahorros potenciales de la migración a la nube. Y en 4 semanas ya se dispone de un Plan de Migración recomendado. Este proceso estaría pensado para obtener resultados a corto plazo (Quick Wins) mediante un proceso de descubrimiento y modernización continuos.
Suposición #4
La migración solo tiene que ver con la infraestructura.
Este falso mito puede conducirte al pensamiento de que después de haber realizado el ‘Lift&Shift’ del Data Center te puedas encontrar con costes de gestión mayores y la frustración de las áreas usuarias cuando las aplicaciones no funcionan como esperan que lo hagan.
Para maximizar los ahorros del TCO y el valor de la nube, es necesario pensar también en cómo se va a abordar la migración de las aplicaciones, el tratamiento de los datos y los servicios gestionados además de la migración de la infraestructura.
Suposición #5
La migración causa la interrupción de las operaciones y flujos de procesos.
La rotura del servicio puede ser el mayor coste de la migración, pero puede ser evitable.
Tradicionalmente las migraciones han producido roturas de servicio, problemas de disponibilidad, conectividad de sistemas y pérdida de datos. Esto se produce porque no se conoce el estado en el que se encuentran las aplicaciones y los datos al haber evolucionado orgánicamente sin un responsable claro del mantenimiento y seguridad de las mismas. La rotura del servicio se produce al surgir gaps e interdependencias que no se habían detectado previamente.
Suposición #6
Los skills del área de IT tradicional son fácilmente transferibles a la nube.
La migración a la nube no es un tema solo de infraestructura, es un cambio en la cultura de la compañía. Esto es porque supone una nueva forma de hacer las cosas, de Agile y DevOps se pasa a microservicios y Kubernetes. E incluso con la automatización, las personas están en la primera línea de lo que se está haciendo.
Es necesario que las personas tengan los skills y las capacidades para aprovechar las ventajas de la nube, en caso contrario el ahorro de costes y el valor de esta para el negocio estará muy limitado.
Suposición #7
El enfoque de los servicios gestionados en On Prem se trasladan directamente a la nube.
Los servicios gestionados en la nube no pueden continuar siendo los mismos que se prestaban para los sistemas legacy. La discusión de cómo deben ser estos servicios ha de realizarse durante la definición de la estrategia porque resultan críticos para:
- El ahorro de costes a través de la gestión eficiente de la capacidad y el consumo de recursos en la nube, la automatización y la optimización de los recursos.
- La satisfacción de los clientes con un alto rendimiento de las aplicaciones incluyendo la operación de las mismas y la optimización de las funcionalidades (por ejemplo, el acceso a los datos).
- La reducción de riesgos garantizando la continuidad del negocio, recuperación de datos /aplicaciones y la seguridad.
- El valor para el negocio derivado de la habilidad para generar más ingresos.
Conclusión
Cómo puedes ver, todas estas creencias o mitos sobre la migración a la nube pueden suponernos ciertas reticencias a la hora de arrancar el proyecto, pero existen alternativas que puedan hacer que su migración a la nube sea algo que no requiera un coste inicial elevado ni suponga una interrupción de su negocio y que puedan apreciarse los primeros resultados casi de forma inmediata.
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